En las bases particulares para las próximas promociones a oficial de primera conductor, oficial de tercera RSU y oficial de segunda de señalización, falta información esencial respecto al tipo de prueba teórica a realizar, extensión de la misma, tiempo disponible, etc. Asimismo, no aparecen tampoco en la parte práctica los criterios de evaluación que se emplearán para su corrección.
La importancia de dar a conocer los criterios de evaluación en un proceso selectivo es decisiva para la calidad y equidad del mismo. Que los solicitantes sepan qué indicadores se van a utilizar para evaluar sus conocimientos y habilidades les ayuda a preparar las pruebas, a conocer el perfil del puesto al que optan y dota de herramientas objetivas en caso de reclamación, dando credibilidad y fiabilidad a todo el proceso.
El grado de precisión en estos indicadores, estableciendo las habilidades mínimas, y a partir de ahí, fijando diferentes niveles de consecución de los objetivos es sinónimo de buen hacer y transparencia en el procedimiento.
No conocer de antemano qué se pide para obtener la máxima puntuación o qué fallos son leves, graves o eliminatorios es dar llave a la subjetividad y a la injusticia. Sería comparable a no saber qué cursos puntúan y cuánto a la hora de preparar los méritos.