Araceli no fumó

Como todos sabéis, Emulsa se amparó para despedir a nuestra compañera Araceli, la primera contrato relevo que no queda fija,  en que había cometido dos faltas graves, una por utilizar una braga para el cuello a la hora de usar la desbrozadora, y otra por fumar al lado de una lata con gasolina. Pues bien, ya tenemos la sentencia sobre esas dos faltas graves, y la empresa no ha sido capaz de demostrar, que Araceli había fumado según el relato de la empresa, para intentar ratificar su versión la empresa citó a un capataz para que testificase, pero este testigo no la vio fumar y ni tan siquiera había estado con ella el día en cuestión.
En el caso de la segunda sanción el juez la califica de leve en vez de grave al entender que ese complemento no es una prenda reglamentaria a pesar que todo el mundo que utiliza la desbrozadora lo lleva puesto para protegerse de los impactos a la hora de trabajar con esa herramienta.
El uso que se está haciendo últimamente del régimen sancionador nos parece que esta excediendo los limites razonables que garanticen una relaciones laborales en las que no se cree mal ambiente. El capataz es un compañero de trabajo al que tenemos que ver , trabajar y coordinarnos con él a diario, que use de forma arbitraria o con un exceso de celo la capacidad que le otorga la empresa para sancionar  a sus propios compañeros no ayuda en nada a crear unas relaciones laborales saludables por lo que los invitamos desde aquí a usar con mesura y criterio esa facultad, teniendo presente que son la correa de transmisión entre trabajadores y empresa y es el buen hacer de todo el equipo de trabajo el que consigue los objetivos, las escobas de oro, platino o el resto de premios o certificaciones de los que esta empresa hace gala.